Después de este parón navideño me apetecía empezar el año con un post a lo grande y para ello no he encontrado otra vivienda que me apeteciera compartir más que esta, ya que como dice el post donde la encontré -«hay casas y luego está esta casa»-.Y tampoco he encontrado otra frase que la defina mejor y no es por falta de adjetivos, que podría decir unos cuantos como épica, soberbia, grandiosa, monumental o bestial, pero no, esta vivienda propiedad del arquitecto español Ricardo Bofill en Sant Just Desvern, a las afueras de Barcelona es sencillamente «la casa».
Se trata de una antigua fábrica de cemento abandonada que ha sido convertida en una vivienda inmensa y sencilla al mismo tiempo, brutal y romántica a partes iguales, rindiendo homenaje al más puro estilo industrial en toda su magnitud.
De proporciones épicas con techos de hasta 10 metros de altura y con una decoración minimalista, sencilla y con materiales pobres, alejada de todo lujo ya que como dice Ricardo Bofill el verdadero lujo está en el espacio y en la manera de vivir, no en los objetos.
La vivienda, como él dice, -«es una ruina reestructurada y rehecha donde los espacios sirven para todo «-. Además aquí el concepto de vivienda convencional queda muy lejano ya que -«está organizada por espacios de acuerdo con actividades mentales y actividades psicológicas más que por funciones o funcionalidades de una casa típica»-.
( Visto en Yellowtrace )
( No os perdáis el video de Nowness donde el propio Bofill muestra su casa )
De acuerdo, no queremos saber lo que pagará de calefacción, pero ¿a qué te hubiera gustado encontrarla a ti primero?

13 enero, 2015 a las 8:23 am
¡Qué pasada de casa! Ricardo Bofill no tiene mal gusto eh? quién pudiera darse el capricho de vivir allí aunque fuera un fin de semana! Los pequeñajos fliparían! Gracias por enseñarnos cosas tan bonitas!
13 enero, 2015 a las 12:13 pm
No tiene nada de mal gusto, y con todo el espacio que tiene podría haber hecho hasta un hotel para que los demás pudiéramos disfrutarla…aunque normal que la quiera para el sólo, es flipante!
Gracias a ti Belén!
Besos ;)
13 enero, 2015 a las 1:03 pm
¡Qué pasada! En mi minipiso de 50m no me hayo, y aquí me encantaría perderme, ¡a ver quién me encuentra! :-)
13 enero, 2015 a las 9:36 pm
Ja ja ja, la verdad que jugar al escondite en esta casa tiene que ser la pera, puedes tardar 4 horas en encontrar a alguien!
Gracias por el comentario, un besote!
13 enero, 2015 a las 9:45 pm
madre mia, no se si seria capaz de vivir en una casa tan grande sin que el caos se apoderara de nosotros, pero quitando eso la casa me parece preciosa y el detalla de dejar parte de la maquinaria y tuberias originales me parece precioso y original a partes iguales.
http://unamadremotivada.wordpress.com/
13 enero, 2015 a las 10:15 pm
Hola Carmen!
Acostumbradas a los pisos de ahora ves esta casa y da mucho respeto todo ese espacio, pero todo es cuestión de acostumbrarse…yo creo que no tardaría mucho!
Y lo que comentas de las maquinas y tuberías originales, es una de las cosas que más me gusta del estilo industrial, porque parece que tienen una historia y su propia personalidad.
Un saludo ;)
13 enero, 2015 a las 10:40 pm
¡Me encanta! Y las tolbas gigantes en el comedor son una pasada. … pero ¡uf! menuda factura en calefacción aunque seguro que han tenido muy en cuenta la eficiencia energética de los materiales.
¡gracias por compartir!
14 enero, 2015 a las 10:43 pm
Gracias a ti Assumpta!
Yo tampoco me quiero ni imaginar la factura en calefacción, pero soñar es gratis y en los sueños no hay facturas.
Un abrazo ;)