Desde que no trabajo (fuera de casa) una de las cosas que más echo de menos cuando llegan estas fechas es poder hacer un amigo invisible, esa incertidumbre de a quién le habré tocado, que me regalarán, o pasarte horas o días buscando el regalo perfecto para la persona que te ha tocado a ti, a mí todos esos líos me encantan y ya llevaba unos pocos años en los que no disfrutaba de un tinglado así.
Como ya sabéis si me vais siguiendo, o sino os lo digo, hace poco hice el curso «Hello Blogging» de Hello! Creatividad y a raíz de hacer este curso entré a formar parte de una de las comunidades de blogueras más imaginativas, inspiradoras y simpáticas de la red. Una de ellas, Sofía concretamente, propuso hacer un amigo invisible entre todas nosotras para estas navidades, a mí me pareció una idea genial y no dudé ni un segundo en apuntarme.
Se suponía que la blogger que quisiera o pudiera debía hacer un post y publicarlo hoy 24 de diciembre con el regalo que envía y con el que recibe, pero como a día de hoy no tengo constancia de que mi amiga invisible haya recibido el que le envié y como no quiero desvelar yo el secreto, sólo voy a publicar (de momento) el regalo que yo he recibido.
En el sorteo le toque a Maite de «Everyday un rato» un blog estupendo de recetas, inspiraciones, crafts, niños, DIY, etc. Maite también cuenta con una tienda en la que vende kits DIY de repostería y uno de esos maravillosos kits es el regalo que recibí yo en casa. Nada más que la caja ya enamora, ¿no creéis?:
Y esta es la receta con dedicatoria incluida ( Maite, te puedo asegurar que lo he disfrutado…aunque parezca que no! )
Reconozco que cuando abrí el paquete pensé: «¡¡ostras…repostería!!» y no es porque no me guste, es que sinceramente el día que repartieron el don de hacer postres yo estaba malita en casa, en resumen…soy de lo peor haciendo dulces!!. Recuerdo una vez que hice un bizcocho que más bien parecía pan de calatrava (súper esponjoso me quedó vamos) o la primera vez ( y la última ) que hice galletas, no había forma humana de poder comérselas, ni sumergiéndolas en el vaso de la leche media hora se ponían blandas, aquello más que galletas parecían un arma de defensa personal…las galletas ninja…jiuyyaaa!!
Pero claro, ahí estaba mi regalo, un estupendo kit con mis colores preferidos que no iba a desaprovechar, así que me fui a comprar una bandeja de horno para hacer cupcakes, me puse el delantal, coloqué todo lo necesario en la encimera, acosté al peque a dormir la siesta, tome aire y…quien dijo miedo? Peor que las galletas-ninja era imposible que me salieran!!
¡Manos a la masa!! El kit es muy completo, prácticamente no tienes que añadir nada más que leche, huevos y mantequilla. Problema número uno…que como no suelo hacer postres pues no tengo batidora de vaso ni de varillas, así que me tocó hacerlo a mano.
Siguiendo la receta paso a paso, despacito y con buena letra…
Yo creo que ya está, listo para el horno…y justo antes de que se me cayera el brazo!
Ya nada podía salirme mal, había seguido la receta al pie de la letra, los cupcakes estaban en el horno y tenían una pinta espectacular y bueno…del olor ni os hablo. Mi pasado de repostera-ninja estaba a punto de pasar a la historia. Saqué del horno los cupcakes, aquello era divino, (casi me hago la ola a mí misma), los dejé en la encimera, me di la vuelta para coger la cámara de fotos e inmortalizar mi obra de arte y al girarme de nuevo el horror!! Vale, me dije, ¿quiénes sois vosotros y qué habéis hecho con mis estupendos y esponjosos cupcakes??
Aunque quedaron hundidos aún se podían salvar con la decoración. Maite en su receta recomendaba para decorarlos hacer una «buttercream» o un «ganaché de chocolate» (tuve que mirar que eran en internet) y yo me decanté por el ganaché y esto si que no me podía salir mal!
Hacer un ganaché de chocolate parecía súper fácil, lo preparé todo, mezclé bien y ya sólo tenía que ponerlo en la manga pastelera y echarlo sobre los cupcakes, pero claro, nadie me dijo que cabía la posibilidad de que al mismo tiempo que lo echaba por arriba podía caer a una velocidad proporcional por abajo, sobre todo si la boquilla es muy ancha y el ganaché te queda muy líquido…al menos me consuela pensar que no quedó un ganaché-ninja.
Con otra bolsa conseguí hacerme una manga pastelera con la boquilla muy fina para poder echar finalmente el chocolate.
Y este es el resultado…
Que conste que se pueden comer, no me han quedado demasiado esponjosos por dentro pero para ser los primeros que hago tampoco están tan mal…Lo que sí que está de vicio es el ganaché, Maite, qué has hecho?…con lo feliz que era yo sin conocerlo!!!
Y aunque pueda parecer que lo he pasado peor que los sufridores del «Un ,dos, tres» ha sido todo lo contrario, me lo he pasado pipa, he disfrutado como una enana, he metido los dedos en el chocolate, me he manchado la ropa y he dejado la cocina que parecía que había pasado el demonio de Tasmania…este si que ha sido un regalo vivido! Así que, muchas gracias Maite, por tu estupendo regalo, muchas gracias a Sofía por la idea y por la organización, y muchas gracias a todas las blogueras que han participado en este amigo invisible.
Por último, solo deciros que ya nos vemos después de Reyes y desearos a todas y a todos:
NOTA: Recordaros que el blog de Maite es «Everyday un rato» y mis disculpas si con este post he herido la sensibilidad de todos los que hacéis cupcakes…no ha sido mi intención!
( La imagen que ilustra el post es de «Butterfly Photography» )

24 diciembre, 2014 a las 2:12 pm
Yo también soy nula para la repostería! el otro día hice un curso de pan y aún no me he atrevido a hacer en casa….a ver si estos días me animo! Me ha encantado tu post, ver cómo te has lanzado a cupcakequear y….no tienen mala pinta!!!!
Te sigo la pista, ya lo sabes.
Un abrazo enorme!
25 diciembre, 2014 a las 11:03 pm
Belén más nula que yo no creo…soy lo peor!!! Todavía estoy esperando que me denuncie la Sociedad Protectora de Cupcakes!!!
Anda, anímate con el pan y me cuentas.
Nos seguimos la pista mutuamente ;)
Muchos besos!!
25 diciembre, 2014 a las 3:02 pm
Ha sido una experiencia fantástica, deseando repetir!!!
Un besote y Feliz Navidad!
25 diciembre, 2014 a las 11:00 pm
Tienes razón Luisa, ha sido una gran experiencia, al próximo también me apunto!!
¡Espero que hayas tenido una Feliz Navidad y te deseo un muy Feliz Año Nuevo!
28 diciembre, 2014 a las 12:06 pm
¡Marielou ha sido un post super divertido! Me ha encantado como lo has contado … ¿¡quién dijo miedo!? jajaja.
Un regalo super original el de Everyday un rato y me alegra saber que ya no te recordaran por tus galletas ninja sino por tus cupkakes con ganaché. Que por cierto voy a investigar qué es porque ni idea.
Un abrazo y Feliz Año! espero repetir porque ha sido genial
2 enero, 2015 a las 4:40 pm
Hola Patricia!
Me alegro de que te haya gustado, ya que no puedo hacer un post decente de repostería por lo menos quería sacar una sonrisa y que pasarais un buen rato leyéndolo. Te aconsejo que no investigues sobre el ganaché porque está de vicio y no es precisamente light ;)
Yo también repetiré porque me ha encantado la experiencia, muchos besos y…¡Feliz año para ti también!